Érase una vez, en un encantador pueblito llamado Numerópolis, donde todas las casas estaban adornadas con números y los habitantes compartían una peculiar afición por las matemáticas. Numerópolis era famoso por sus ferias matemáticas y su comercio, donde todo se medía, calculaba y ajustaba con exactitud. El pueblo también era conocido por su celebración anual, donde todos los niños que cumplían 10 años recibían una misión especial para convertirse en miembros plenos de la próspera economía local. Estas misiones involucraban una habilidad esencial: calcular descuentos y cambios con destreza.
Nuestro joven protagonista, Lucas, era un niño curioso y siempre se sentía fascinado por el bullicio de las tiendas y ferias de Numerópolis. En el día de su décimo cumpleaños, fue convocado por la sabia señora Matilda, la maestra de matemáticas del pueblo, quien le encomendó su misión. La señora Matilda explicó con una sonrisa: “Lucas, ha llegado el momento de que aprendas el arte de calcular descuentos y cambios. Esta es una habilidad muy valiosa que te permitirá contribuir y prosperar en nuestra comunidad. Tu primera lección será sobre cómo calcular descuentos, con la ayuda de Marcela, la famosa influencer y comerciante digital.”
Lucas, emocionado pero un poco nervioso, se dirigió a la Tienda de Influencers. El lugar estaba lleno de tecnología e innovación. Al instante, vio a Marcela organizando una nueva campaña promocional. “¡Hola, Marcela!” - exclamó Lucas con alegría. “¡Feliz cumpleaños, Lucas!” - respondió Marcela con entusiasmo. “Comencemos tu misión. Primero, necesitas entender cómo calculamos los descuentos para atraer clientes.”
Marcela tomó su tableta e introdujo a Lucas en una sofisticada aplicación de cálculo de descuentos. “Elige tres productos y aplica diferentes porcentajes de descuento” - le instruyó. Lucas, con los ojos brillantes de emoción, eligió una mochila, un cuaderno y un estuche, decidiendo aplicar descuentos del 10%, 15% y 20% respectivamente. Con la aplicación, pudo ver al instante los precios finales y cómo los descuentos afectaban el valor de los productos. “Ahora, Lucas, explica por qué estos descuentos atraerían a más clientes” - solicitó Marcela.
Lucas pensó detenidamente y respondió: “Un descuento del 10% en la mochila, que cuesta 100 monedas, reduce el precio a 90 monedas, haciéndolo más accesible. El cuaderno, que cuesta 50 monedas, con un 15% de descuento se queda en 42.5 monedas, lo que puede atraer a estudiantes que buscan ahorrar. Por último, el estuche, que cuesta 30 monedas, con un 20% de descuento solo costará 24 monedas, lo que resulta un gran precio para los padres que compran útiles escolares.” Marcela asintió con aprobación.