Ejercicio Físico y Actividad Física | Resumen Teachy
Érase una vez, en una escuela vibrante y llena de energía, un grupo de estudiantes de 7º grado que estaba a punto de embarcarse en un fascinante viaje sobre Ejercicio Físico y Actividad Física. En esta historia, nuestros jóvenes héroes se llamaban Lucas, María, Juan y Ana. Eran muy curiosos y comprometidos, siempre listos para aprender algo nuevo y desafiante.
Todo comenzó en un lunes soleado. El profesor Gustavo, reconocido por sus metodologías innovadoras, entró en el aula con un brillo en los ojos y una nueva propuesta. 'Hoy,' dijo él, 'vamos a diferenciar ejercicios físicos de actividades físicas, ¡y lo haréis de manera práctica y divertida, utilizando la tecnología!' Con esta intrigante introducción, los alumnos se mostraron curiosos. El profesor continuó explicando que los ejercicios físicos son actividades planificadas y estructuradas, como correr, nadar o levantar pesas, mientras que las actividades físicas engloban cualquier movimiento del cuerpo que gaste energía, como caminar hasta la escuela, ordenar la casa o jugar en el parque. Pero, ¿cómo entender esto en la práctica? ¡Aquí comienza la aventura!
Para avanzar en la historia, el grupo tuvo que enfrentar su primer desafío: entender qué diferencia los ejercicios físicos de las actividades físicas. El profesor Gustavo entonces hizo una pregunta: '¿Cuál es la principal diferencia entre los ejercicios físicos y las actividades físicas?' Los alumnos se organizaron en grupos y comenzaron a investigar en sus teléfonos. Lucas, con su manera rápida, encontró un video explicativo en una plataforma de ejercicios. María, siempre atenta a los detalles, leyó artículos y descubrió que los ejercicios físicos son intencionales y tienen un objetivo específico, mientras que las actividades físicas pueden ser cualquier movimiento cotidiano. Juan y Ana, unidos, concluyeron que ambos son importantes para la salud y el bienestar. Con las respuestas en mano, siguieron al próximo capítulo de la historia.
Al descubrir la diferencia, la clase fue transportada a un mundo virtual donde podían ver ejemplos vívidos de ejercicios físicos y actividades físicas. Vieron personas corriendo en maratones, nadando en piscinas olímpicas y levantando pesas. También vieron niños jugando en parques, personas yendo de compras, paseando a sus perros por las calles de la ciudad. Este mundo virtual creó un escenario perfecto para que pudieran correlacionar la información obtenida con el mundo real. Era como si estuvieran dentro de un juego en el que cada movimiento contaba una historia sobre salud y bienestar.
La siguiente etapa los llevó a un emocionante desafío: deberían elegir entre crear una campaña de concienciación en redes sociales, participar en un desafío de fitness digital o involucrarse en una búsqueda del tesoro activa. Lucas y María optaron por la campaña de concienciación. Utilizando Instagram, crearon publicaciones y videos divertidos e informativos sobre la importancia de los ejercicios físicos y las actividades físicas. Sus videos incluían bailes, memes e incluso desafíos virales, todo para captar la atención de sus seguidores y difundir el mensaje de manera divertida. Juan y Ana, por su parte, eligieron el Desafío de Fitness Digital, donde utilizaron aplicaciones como Strava para monitorear sus carreras y caminatas, compartiendo y comparando los resultados con otros participantes. Cada nuevo kilómetro recorrido se celebraba como una victoria épica en una gran competencia.
Para avanzar, los grupos tuvieron que responder otra pregunta: '¿Cómo influyó el uso de la tecnología en sus hábitos de actividades físicas y ejercicios físicos?' Con sus respuestas listas, presentaron sus experiencias y compartieron los beneficios que percibieron. Lucas notó que las redes sociales pueden realmente influir en los amigos de manera saludable. Se vio creando hashtags motivacionales y alentando a sus seguidores a moverse más. María quedó impresionada con cómo las aplicaciones de fitness la incentivaron a moverse más. Cada notificación de 'felicitaciones' por un objetivo alcanzado se convirtió en un estímulo extra. Juan y Ana concluyeron que la gamificación hace que la práctica de ejercicios sea más divertida y competitiva. Se dieron cuenta de que pequeñas metas diarias y recompensas digitales los motivaban a no rendirse.
En el clímax de la historia, todos los grupos se reunieron para una discusión en grupo, donde compartieron sus descubrimientos y reflexionaron sobre lo que aprendieron. Todos se dieron cuenta de que, integrando los conceptos de ejercicios físicos y actividades físicas en sus rutinas, podían mejorar considerablemente su calidad de vida. Intercambiando comentarios, elogiaron los puntos fuertes y sugirieron mejoras de manera constructiva. Lucas agradeció a María por sus investigaciones detalladas, Juan elogió la competitividad saludable de Ana, que siempre lo alentaba a hacer un poco más. Al final, al finalizar la jornada, todos se sentían más informados y motivados a incorporar ambos tipos de actividades en sus vidas diarias. El profesor Gustavo, al ver a los alumnos tan comprometidos, se sintió realizado. Y así, nuevos conocimientos fueron establecidos y la clase innovadora del profesor Gustavo se convirtió en un hito en la historia educativa de aquella clase, que aprendió de manera práctica y memorable sobre el mundo de los movimientos corporales. Desde ese día, cada vez que se movían, recordaban la importancia de cada paso, de cada juego y de cada ejercicio.