El mundo antes de 1492; ¿Por qué explorar?; Avances en la navegación; Pioneros y sus rutas; El primer contacto y sus efectos

El Encuentro de Dos Mundos

El Encuentro de Dos Mundos

Exploraremos cómo el mundo estaba conectado antes de 1492 y qué impulsó a los europeos a buscar nuevas rutas, cambiando la historia para siempre.

Índice

• El mundo antes de 1492

• ¿Por qué explorar?

• Avances en la navegación

• Pioneros y sus rutas

• El primer contacto y sus efectos

Un Mundo Conectado

Antes de 1492, el mundo ya estaba interconectado. Grandes imperios en África y Asia comerciaban especias, seda y oro. Las rutas comerciales unían culturas y conocimientos.

África: Imperios Antiguos

• Imperios de Malí y Songhai fueron poderosos.

• Controlaban rutas comerciales transaharianas.

• Eran ricos en oro y sal.

• Tombuctú: un gran centro de aprendizaje.

Asia: Rutas de Seda

En Asia, imperios como la Dinastía Ming en China y los reinos de la India eran muy poderosos. Producían valiosos productos como seda, té y especias exóticas. La famosa Ruta de la Seda conectaba estas regiones con Europa, facilitando un gran intercambio comercial y cultural.

¿Por qué Explorar?

En el siglo XV, África y Asia tenían imperios y rutas comerciales. Entonces, ¿qué impulsó a los europeos a lanzarse al mar?

Este mapa muestra las ricas rutas comerciales de África y Asia antes de la llegada de Colón.

Impulso a la Exploración

• Búsqueda de riqueza: oro, plata, especias.

• Nuevas rutas comerciales hacia Asia.

• Avances en navegación: brújula, carabelas.

• Rivalidad entre reinos y fe cristiana.

Especias, Seda y Oro

En el siglo XV, productos como la pimienta, la canela y la seda eran extremadamente valiosos en Europa, usados para cocinar, medicinas y ropa de lujo. Estos bienes llegaban desde Asia a través de rutas terrestres y marítimas controladas por comerciantes que cobraban precios muy altos. Este monopolio impulsó a los europeos a buscar nuevas rutas marítimas para obtenerlos directamente y más barato.

Herramientas del Navegante

La brújula fue esencial para que los marineros pudieran saber la dirección en el mar y no perder el rumbo. El astrolabio, por su parte, les ayudaba a calcular la latitud, indicando qué tan al norte o al sur se encontraban. Estos inventos fueron cruciales para hacer posibles los viajes largos a través de los océanos.